Laura Londoño Tapia, bachiller de la promoción de 2005, llegó al Claustro al grado octavo en 2002 de la ciudad de Medellín, con su hermano Daniel.
Desde los primeros días empezó a destacarse por su temperamento extrovertido, su carisma y amabilidad. Y también por su alto desempeño académico, que sin ser una obsesión (o precisamente por ello) supo combinar con un permanente protagonismo en actividades culturales, especialmente en danzas, teatro y música.
No había plan, proyecto o evento donde Laura no estuviera presente, bien como organizadora o representante de primer orden. Incluso señalando con agudeza aquello que podía rediseñarse o pensar mejor.
Dos anécdotas significativas incrementan su bello y cálido recuerdo en en Claustro. La primera, cuando a mediados de su último año levantó la mano en Academia para expresar su frustración porque Undécimo se parecía más a un preicfes y menos a lo que ella había anhelado por años. Tenía razón y de ahí surgieron los énfasis por áreas y vocaciones que todavía orientan la programación de los últimos grados.
Y la segunda, cuando nos contó con la habitual ansiedad de quien semanas antes de graduarse no sabe qué carrera seguir en la universidad, porque en su caso le atraían muchas, pero a medias. La conversación se concentró en sus más destacados talentos: teatro, danza, música y ciencias sociales. Y en consecuencia, la sugerencia de dedicarse, al menos por un tiempo, a la actuación, fue bien recibida.
Hoy la vemos con gran satisfacción en sus papeles protagónicos en cine: Loco por vos (2020) y El olvido que seremos (2021) y en televisión: Café con aroma de mujer (2021), La Ley del Corazón (2016-19), Comando élite (2013-14). Rafael Orozco, el ídolo (2012-13) y teratro: Simplemente el fin del mundo, entre otros. También como actriz de reparto se ha destacado ampliamente.
Ganó el premio TV y Novelas a mejor actriz protagónica de telenovela o serie por La Ley del Corazón (2017) y ha sido nominada tres veces al mismo premio y dos veces al premio India Catalina.
Con el cariño de ayer y de siempre, celebramos ahora como espectadores, cada día, cada rol, cada escena, cada triunfo.